Ruta realizada el Lunes 24/10/2022
Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Pepe
Reproductor audio crónica:
Estuvimos discutiendo como apellidar la crónica e inicialmente había un consenso en hacer una referencia a la gran Evasión , pero en la gran Evasión hubo una planificación y ejecución de libro, y en este caso creo que deja mucho que desear y por eso he optado por el titulo de la gran Espantá que se ajusta mas a la realidad tal como relataré en la crónica.
El día comienza a las 7:30 con la salida de Madrid hacia Ucero, los dos comandos salieron puntualmente y a mitad de camino, en Ayllón, se decidió la parada de desayuno. Desgraciadamente los Yayos Domingo y Félix que no activaron el GPS y estaban en modo piloto automático se pasaron el desvío del km 103 y siguieron por la N-I, total que a pesar de salir casi a la vez tuvimos que esperar 30 minutos a que llegaran.
Esto fue mi perdición , yo salí de casa desayunado con mis dos tostadas y al llegar al bar pedí de nuevo otro desayuno con bizcocho casero. Hasta aquí todo normal, pero mientras estábamos esperando a la otra pareja, la camarera sacó unos torreznos recién hechos que olían de maravilla. Yo no me puede aguantar y pedí si los podía probar y me sacó un plato bien surtido. Pepe me miraba con asombro, pero los torreznos estaban de muerte. El tiempo seguía pasando y esta vez la camarera sacó un surtido de tortillas de patatas de varios sabores , de nuevo no me pude resistir y pedí otro desayuno con tortilla de patata y chorizo. Esto fue el remate porque el resto del día tuve la compañía de tanto el chorizo como el torrezno y no me hizo falta el plátano en toda la ruta.
Finalmente la parejita llegó, desayunó y salimos hacia Ucero donde llegamos a las 11:00
El día se presentaba espectacular, soleado , sin viento y buena temperatura.
La ruta por el Cañón del Rio Lobos nunca decepciona con las hojas como le gusta a Félix.
Nuestro primer punto de parada fue la Ermita de San Bartolomé donde comenzó la odisea. Este era claramente terreno de Retortijón y nada mas llegar se puso a volar. Craso error, resulta que estaba prohibido sacar el dron a pesar de no molestar a nadie excepto a una pareja que rápidamente avisó a los guardas forestales. Nosotros no sabíamos nada, pero en ese momento se desplegó un dispositivo de busca y captura a 4 ciclistas yayos altamente peligrosos (el de blanco, rojo, verde y azul).
En nuestra ignorancia seguimos avanzando por el cañón disfrutando del paisaje y la buena compañía ajenos de lo que nos esperaba.
Y cuando llegamos casi al final del Cañón nos estaba esperando un guarda forestal que nos pidió la documentación y registrar las mochilas. Yo todo chulo me negué a ambas y esa fue nuestra perdición. El guarda dijo que iba a llamar a la guardia civil y que le siguiéramos. Nosotros hicimos que le seguíamos en paralelo por el sendero, pero a mitad de camino nos dimos la vuelta para volver al coche. Aquí empezó la gran Espantá con resultados desastrosos. Definimos un dispositivo de evasión donde Félix iba primero a bastante distancia para avisarnos de los peligros, Domingo iba detrás de Félix a distancia y Pepe y yo los seguíamos lentamente a la espera de noticias. A mitad de camino Pepe identificó un desvío que igual deberíamos haber cogido, pero tenía mala pinta. Volvimos a llegar a la Ermita y no había moros en la costa, llamamos a Félix y nos dijo que no había peligro así que seguimos adelante, pero cuando pasamos en el segundo parking vimos a lo lejos un coche de guarda forestal que nos había identificado y rápidamente escondí a retortijón bajo las hojas y definí un Waypoint. Al salir del sendero ya estaba el guarda esperándonos y de nuevo negamos la evidencia. Esta vez enseñamos las mochilas que estaban vacías , pero el guarda seguía insistiendo de que teníamos el Dron y que un compañero nuestro había confesado. Yo creía que era la típica táctica de interrogatorio, pero nos dijo que luego íbamos a ir a Izki y mas información que no debería saber. Resulta que Domingo confesó y lo rajó todo incluso las meadas que hicimos a mitad de camino. En este momento Pepe y yo nos dejamos llevar y fuimos con el guarda al restaurante para enseñar la documentación. Allí nos estaban esperando Félix y Domingo.
Resulta que la caseta de los guardias estaban justo delante de nuestros coches así que era imposible la escapada, estábamos perdidos desde el primer momento.
Resignados nos fuimos a comer a la parrilla de San Bartolo, donde Domingo pidió unas chipirones exquisitos y Félix y yo nos tocó una suela de zapato incomible. La verdad es que entre los torreznos , la tortilla de chorizo, el desnivel casi negativo y el disgusto de los guardas había poco hambre.
Mientras estábamos comiendo Pepe se levanta preocupado porque no encontraba las llaves del coche hasta que desde la ventana vimos que estaba encima del coche. Claramente la Espantá nos había desconcentrado.
En la comida Domingo nos confesó que le paró un guardia civil en moto y que fue torturado hasta que lo largó todo , incluso que sacamos también el Dron en Riaño. La verdad es que las posibilidades de salir airoso eran muy bajas.
Después de comer tocaba ir a recuperar a Retortijón, pero el coche del guarda seguía aparcado al lado del nuestro, menos mal que en los postres se marchó y Domingo y yo pudimos volver a recuperar el Drón.
La recuperación de Retortijón fue otra odisea , a pesar de definir un waypoint, el bosque de hojas y arboles era todo semejante, era incapaz de localizar donde lo enterré, menos mal que además saqué una foto del lugar y tras diez minutos de comparar la foto con el terreno identifiqué el lugar. Hubo un momento que daba por perdido a Retortijón.
Con Retortijón a bordo pusimos rumbo a Meano donde nos esperaba una casa rural espectacular que Pepe había encontrado y a un precio excepcional.
Antes de llegar los yayos necesitaban mear y que menos que un cementerio para poder desahogarse.
Por la noche fuimos a Logroño a tomar sus famosos pinchos en la calle Laurel y al sobre para poder afrontar la jornada estrella en Izki
Otras fotos: Link Álbum
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5 comentarios en “El Cañón del Rio Lobos y la gran Espantá”
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Alfredo te ha salido una crónica propia del «Caso». No sabía tu faceta periodística-amarillista así que matizo para las generaciones futuras. Pues si, me pilló un benemérito motorizada que me indicó que le mostrará la mochila porque había una denuncia a grupo de ciclistas por vuelo de dron. Este cambio de escenario no me moló nada. Viendo que no llevaba nada en la mochila me indico que no complicasemos mas las cosas y que llamase al dueño del dron. Le dije que no habia cobertura y visto que no soltaban la presa (ahora con los moviles es facil que el denunciante enviase un video; además, a la vuelta mire el cartel de la ermita e indicaba un telefono para notificar «incidencias»), intenté quitarle importancia al asunto diciéndole que habíamos volado el dron pero que lo guardamos en cuanto nos avisaron (mentira pero supuse que eso no lo podian comprobar). El guardia me dijo que había que pedir permiso y que había que comprender a los forestales. Pareció relajarse y empezó a preguntarme que rutas hacíamos, donde íbamos, como molaba el Orux (le debia gustar la mtb). Era el principio de una gran amistad pero apareció el forestal, muy serio él aunque educado y se jorobo el climax… Fue éste el que me tomó los datos y me preguntó donde estábamos aparcados a lo que respondí genéricamente que en la entrada del parque. Me dejaron ir y se quedaron hablando. Yo estaba mosqueadisimo de que la Guardia Civil estuviera ya en el ajo y salí escopetado. El resto ya lo sabéis. En fin, nos lucimos…
Lo del comando fue de risa. No sé de qué nos sirvió que hiciéramos la mili en la IMEC y encima de oficiales. Acordamos que uno de nosotros iba de avanzadilla avisando del peligro. Y va Alfredo y sale a toda hostia hasta que nos espera al percatarse de que él, debe quedarse el último. Salgo dándolo todo para inspeccionar el camino y llamo varias veces para dar instrucciones a Alfredo. Y Alfredo, con el móvil en silencio. Además mando mensajes en Whatsapp en clave por si me detenía la G. Civil, para cuando hubiese cobertura. Otras varias llamadas a Domingo, sin cobertura. Y cuando salgo del Cañón y copio que está todo despejado, me llama Domingo diciendo que ha cantado el La,la,la, jotas y chirigotas ante la presión de un Seprona. Llama Pepe y nos dice que cojamos el coche y salgamos de allí a toda hostia porque han escondido el dron y negado todo. Metemos las bicis y los bártulos y cuando estamos cerrando el maletero llegan los dos escoltados por el coche de los forestales. El de verde viene directo a mi y le recibo con una sonrisa (que me devuelve con satisfacción) por no cagarme en todo. Me pide la documentación y que le enseñe el dron. Le digo que no hay dron y me dice que da igual. Pepe sigue negando porque no sabe que Domingo había rajado y yo le hago señales por detrás de que no insista. Le pregunto al forestal sobre lo que pasará a partir de ahora y me contesta que remitirá a Soria la documentación y que recibiremos la sanción. Pepe le indica que no nos sancione a los cuatro porque el que voló el dron es el único responsable. Nos metemos al restaurante y le digo al de verde, que nos ha fastidiado la comida y al otro, que nos disculpe porque anda aún cabreado como una mona. Vamos que peor no lo pudimos hacer. Chicos hay que entrenarse para las guerrillas porque esta escaramuza nos va a costar un potosí.
He puesto la música de la Gran Evasión porque no encuentro la de la Gran Espantá
Sois una panda de delincuentes. Vais a dejar en mantillas a esos de la despedida de soltero que echaron del AVE en Córdoba.
La crónica es para una película de Esteso y Pajares
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